jueves, 10 de diciembre de 2009

Inundación daña gravemente área protegida La Joya

Carmen Molina Tamacas
Jueves, 12 de Noviembre de 2009
Publicado en elsalvador.com

La destrucción y la muerte llegaron sin avisar a una de las áreas naturales protegidas más importantes de la zona paracentral del país: La Joya-Sisimico, en San Vicente.
Lo que antes del fin de semana era un espacio que luchaba por mantener el equilibrio entre naturaleza y actividad humana, ahora es un espacio lleno de lodo, piedras, escombros y vestigios de muerte.
Los pobladores han localizado unos 25 cadáveres de personas que habitaban en otras poblaciones, al parecer Tepetitán es una de ellas; mientras tanto, algunos de los animales que allí permanecían están buscando cómo sobrevivir.
De acuerdo con un informe de Gabriel Cortez Quintanilla, responsable del Manejo del Área Natural Protegida La Joya-Sisimico, los pobladores dan fe que un desastre de tal magnitud no había sido visto en esta zona en por lo menos 75 años.
En esa zona de San Vicente, cayeron -según los registros- unos 355 mm de lluvia desde el martes 3 de noviembre en forma de chubascos cortos durante el día; durante la noche llovía más fuerte y por periodos alargados. Esta dinámica alcanzó los niveles máximos el sábado 7 de noviembre, ya que entre las 7:00 y las 10:00 de la noche se desbordaron los ríos Acahuapa y la Joya.
Esto provocó flujos de lodo, piedras, vegetación, animales, estructuras de concreto y hierro, caída de árboles o vegetación de sus riveras.
Esto causó la muerte de una persona, la destrucción total de 4 viviendas, incluyendo el pequeño museo comunitario (equipo, herramientas, colecciones, rotulación interpretativa y preventiva, libros, registros de informe, bitácoras), desaparición de senderos, sistema de captación de agua, estructuras de rótulos y la pluma en entrada.

Macabros hallazgos

De acuerdo con Cortez, además de los daños en el área protegida, en ella se han encontrado 25 cadáveres, tanto de niños como adultos que habitaban en otros sectores aledaños.
"El lugar esta susceptible, a una epidemia ya que muchos cadáveres han de estar soterrados en las balseras de lodo, árboles, arena y otros materiales que la corriente acarreó; la pestilencia es muy fuerte lo que ha obligado al equipo de guarda recurso a aislarse del lugar y dedicarse a apoyar a los cuerpos de rescate como Cuerpo de Bomberos, policía, soldados, familiares de las víctimas y otros. En vista de lo sucedido se tendrá que solicitar apoyo a las autoridades competentes", apuntó el administrador de la zona.