sábado, 28 de julio de 2012

Aprovechar el océano


Este artículo corresponde al Periódico Electrónico titulado "Educar a las mujeres y las niñas"


Beatriz Recinos enseña geofísica y oceanografía
 a estudiantes interesados en matemáticas y ciencias.


Nadia S. Ahmed es editora gerente de eJournal USA.

Beatriz Recinos no deja que ningún obstáculo se interponga en el camino de su educación. Como estudiante en la Universidad de El Salvador, Recinos se interesó por la oceanografía en una visita a la Institución Scripps de Oceanografía en San Diego (Estados Unidos) cuando era estudiante de secundaria y estaba visitando a familiares.
Cuando comenzó la universidad, Recinos sabía que quería estudiar oceanografía, pero no se ofrecía como una de las concentraciones académicas. De hecho, según explica Recinos, “no existe la Licenciatura de oceanografía en América Central. En Costa Rica ofrecen la titulación de biología marina, pero está demasiado lejos de donde vivo”. En lugar de ello, Recinos decidió especializarse en física. Si bien hay muchas mujeres que estudian química o biología en su universidad, no hay muchas que estudien física y no hay ninguna profesora de física. Pero Recinos piensa que a medida que más mujeres como ella inicien sus carreras en campos como la física, más jóvenes estudiarán estas disciplinas.
A pesar de las limitaciones, Recinos estaba decidida a estudiar oceanografía. En el año 2008, tuvo su oportunidad cuando se fue a estudiar durante un año a la Universidad de Humboldt, en Arcata (California), con una beca del programa Global Undergraduate Exchange Program (UGRAD) [programa global de intercambio para universitarios]. “Las clases me resultaron realmente interesantes. Fue la mejor experiencia para mí y para mi carrera”, según explica. En Humboldt, Recinos y los demás estudiantes de la carrera salían al mar a recolectar muestras y Recinos vivió su primera experiencia directa con la oceanografía. Cuando regresó a El Salvador, Recinos sabía que la oceanografía era su campo.
Sin embargo, Recinos también quiso devolver algo a su comunidad y despertar el interés por la oceanografía en otros estudiantes. Según explica: “Es una disciplina muy interesante porque [se] relaciona con las ciencias de la tierra y el calentamiento global”. Quería iniciar a los estudiantes en el estudio de la oceanografía para que pudiesen aplicar sus conocimientos para resolver desafíos globales como el cambio climático. “Es una experiencia muy positiva orientar a jóvenes estudiantes para [que] rectifiquen esos problemas”.
Recinos y una compañera suya del programa UGRAD, Fátima Soriano, recibieron una beca Fulbright “Construyendo un futuro mejor” para crear y enseñar dos cursos. Uno es un curso de geofísica para estudiantes de secundaria que incorpora lecciones de oceanografía en el plan de estudios. “Pueden aplicar lo que aprenden en física y matemáticas”, dijo.
Recinos ayudó a enseñar la clase hasta hace poco, cuando su agenda se volvió demasiado ocupada debido a que tenía una pasantía en una empresa local en la que aplica sus conocimientos de oceanografía a un proyecto de energía renovable. No obstante, todavía ayuda a enseñar la otra clase, un laboratorio de oceanografía para estudiantes de primer año de universidad. “Pueden empezar [a estudiar la oceanografía] desde el comienzo de sus carreras, a pesar de que no se ofrezca la concentración en oceanografía”.
Después de que Recinos se gradúe en 2012, espera cursar estudios de doctorado o realizar una maestría en oceanografía física o energía marina renovable con una beca Fulbright. “Me gustaría volver aquí y trabajar en proyectos de energía marina renovable aquí en El Salvador”, dijo. A través de la ciencia, Recinos espera contribuir a encontrar soluciones en cuestión de energía: “Una persona que sepa matemáticas, ciencia y tecnología pueden estar más atenta a los problemas de la gente y tratar de arreglar las cosas”.
Recinos ha demostrado que tiene el impulso de aplicar sus conocimientos para resolver los problemas y superar los retos. Para ella es importante “no dejar que nadie te menosprecie. Trabajar con ahínco y demostrar que uno también puede hacerlo”.


Tomado de:

http://iipdigital.usembassy.gov/st/spanish/publication/2011/08/20110803141316x0.2836834.html#ixzz21xec0KXy

miércoles, 25 de julio de 2012

"Pulgarcito de América" no fue creación de Gabriela Mistral


Imagen del "Repertorio Centroamericano", donde Julio Enrique
Ávila publicó su artículo "El Salvador, Pulgarcito de América",
apelativo atribuido falsamente a la escritora chilena Gabriela Mistral

» El único registro que existe indica que la frase fue acuñada por el escritor Julio Enrique Ávila en 1946.

CARMEN MOLINA TAMACAS
Publicado en El Diario de Hoy, Martes, 27 de Octubre de 2009
La famosa frase que identifica a El Salvador como "el Pulgarcito de América" no fue acuñada por la Premio Nobel de Literatura Gabriel Mistral, sino por un escritor salvadoreño que podría haber sido condenado al olvido.
Esa afirmación se desprende del reciente estudio "El Salvador, Pulgarcito de América (1946)" de Julio Enrique Ávila", del investigador salvadoreño radicado en Estados Unidos, Rafael Lara Martínez.
Hoy, en la cuarta edición del Congreso de Agencias de Publicidad (CLAPS), Lara Martínez dijo que su hallazgo reafirma la urgencia de buscar las raíces de nuestra cultura con documentos "de primera mano".
La tradición oral indica que Mistral habría "bautizado" a El Salvador durante su visita en 1931; luego, la frase fue retomada por el poeta Roque Dalton en el inicio de su libro "Historias prohibidas del Pulgarcito".
"Para mi sorpresa, descubrí que Historias prohibidas del Pulgarcito (1974) —libro que se iniciaba con la "cita" de la chilena— representaba uno de los libros más estudiados del autor salvadoreño. Sin embargo, ninguno de las múltiples respuestas críticas de la obra roqueana se tomaba la molestia de rastrear el origen documental de la famosa frase. Les bastaba repetir la máxima en cuestión para asegurarle al lector instruido, pero ingenuo, que la chilena era su autora original. Acaso, llegué a la conclusión semanas después, más que críticos serían censores del dato primario que reseñaría hechos pretéritos. Este nuevo silencio alimentó aún más mi curiosidad. El título mismo de la obra más difundida de Dalton carecía de referente historiográfico objetivo", explica Lara Martínez en la crónica de su pesquisa.
El antropólogo y lingüista afirma que se "sumergió" en la obra de Mistral, con el objetivo de encontrar el origen de la cita; pero la más cercana dice: "en El Salvador se ha hecho en un mínimo de territorio un maximum de trabajo", localizada en la edición de La Prensa del 20 de septiembre de 1931.
"No obstante, la mayoría de personas que consultaba me aseguraba la autoría de la chilena remitiéndome a fuentes que rebuscaba con mayor ahínco y leía infructuosamente. De nuevo, ya sonaba a estribillo sin sentido, se me imponía el silencio o, acaso, la conciencia tardía de la experiencia que la poeta laureada y sus anfitriones habían vivido en el país. Hacía constar una distancia entre vivencia y palabra", afirma.
Al cabo, apunta Lara Martínez, la persona que le condujo al hallazgo definitivo fue el investigador literario Carlos Cañas Dinarte, quien le aseguró tener copia del documento original "con la frase canónica, repetida hasta el cansancio". "La letanía no le correspondía a Mistral sino a un poeta e intelectual salvadoreño olvidado de la primera mitad del siglo veinte: Julio Enrique Ávila (1892-1968). De ser así, Dalton demostraba su amplio conocimiento de la historiografía literaria nacional, a la vez que confesaba que un libre arbitrio antojadizo guiaba su reescritura de la historia oficial. Había que tergiversar a los clásicos".
Al día siguiente, lo primero que hice al llegar a casa fue consultar las historiografías canónicas de la literatura salvadoreña que tenía a mano. Todas anotaban la existencia de un corto escrito intitulado "El Pulgarcito de América" —más correctamente, "El Salvador, Pulgarcito de América"— pero no asentaban fecha exacta de edición ni mencionaban la fuente en la cual aparecía publicado. He aquí lo que referían sobre el autor y su obra.
Lara ha publicado un avance de esta investigación en el portal de la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.

Lea: 

El Salvador, Pulgarcito de América (1946) de Julio Enrique Ávila. Crónica de un hallazgo

Fauna y magia: Izalco en el Siglo XVII


"Región de los Izalcos". El grabado fue extraído del libro América, de Teodoro de Bry, publicado en el siglo XVII. El original es sepia, pero la Academia Salvadoreña de la Historia solicitó una intervención en color al diseñador Ricardo Castellón. Esta fue la primera imagen de nuestra tierra a la que tuvieron acceso los europeos protestantes.

CARMEN MOLINA TAMACAS
Publicado en El Diario de Hoy, Sábado, 18 de Agosto de 2007
"Hay alacranes y unos gusanos peludos que con cualquier cosa que su cuerpo toque, emponzoñan y a veces matan y otros que llaman ciento pies, tan malos y tan venenosos como los dichos; grandes culebras y culebras víboras malísimas, y otras sabandijas pestilenciales y muy dañosas de diferentes especies, que espantan con los malos efectos que ellas y con ellas hacen: hay unas que crían un cornezuelo en la cabeza de que los malos usan para sus sucias lujurias de efecto extraño, y para lo mismo hay unos escarabajos muy grandes, los cuernos de los cuales aún son peores y de más mala operación".
También los tacuacines, cocodrilos, cusucos y gatos monteses deben haber dado tremendo susto a los europeos, que por causas políticas o de fe emprendieron viajes a esta región del "nuevo mundo". La carta-relación del oidor de la real audiencia y cancillería de Guatemala, Diego García de Palacio, dirigida a los reyes de España da cuenta de ello.
La suya, fechada el 3 de marzo de 1576, constituye, de acuerdo con el historiador Pedro Escalante Arce, "la primera descripción geográfica, de elementos culturales y del entorno natural" del sector habitado por los pipiles, en el occidente de El Salvador.
Esta carta debió haber sido la fuente de inspiración para la primera imagen de una región concreta de nuestro país difundida en Europa.
"Región de Los Izalcos" se titula este grabado elaborado por Teodoro de Bry, un aventajado discípulo de Alberto Durero (1471-1528), el artista más famoso del Renacimiento alemán.
De Bry nació en Bélgica, en 1528, y murió en Alemania, en 1598. "'Typographo vigilantissimo et solertissimo', se le llama a este artesano en una de sus obras -un tratado de arquitectura romana- que se conserva en la Biblioteca Nacional de Bogotá", según José Gómez, de la Biblioteca Luis Arango, de Colombia.
Su obra más famosa, añade Gómez, es la serie de ilustraciones que confeccionó para la Storia del mondo nuovo (1565), de Girolamo Benzoni, publicada en ediciones sucesivas desde 1594 hasta después de su muerte.
GENIAL BESTIARIO
"El grabado es hermoso en la medida que uno se identifica con él", explica el investigador literario Carlos Cañas Dinarte. Junto con Escalante Arce, decidieron retomar el grabado de De Bry para ilustrar la invitación a las jornadas centroamericanas de historia y ciencias de la tierra, que la Casa de las Academias organizó en junio y julio pasados.
Originalmente, la imagen carece de color. Para enfatizar la belleza y el contraste de sus elementos, los académicos encomendaron una intervención digital al diseñador Ricardo Castellón. Él utilizó los mismos verdes, morados, amarillos y azules que marcan gran parte de la obra de De Bry.
La ampliación plastificada del grabado, que ahora preside la sede de la Academia Salvadoreña de la Historia, revela los detalles de este original "bestiario". "Esta es la representación fantástica de animales medio mitológicos, basado definitivamente en la lectura de la carta-relación de García de Palacio", apuntó Escalante Arce.
En ella, el oidor describió, de manera extensa y en algunos casos, con horror, la fauna que abundaba en estas tierras durante la época colonia, y la relación que los indios tenían con ella. "Otros estragos y daños han hecho en diversas partes de estas provincias que admira; aunque con toda su fiereza hay muchos indios que se echan al agua y chapuzados debajo los atan de pies y manos, y dan cabo a otros indios que quedan en tierra, y así los sacan fuera del agua y los matan (...) Yo conté a uno treinta y cuatro dientes en cada una (andada), sin los colmillos con que atraviesa el hocico superior por dos agujeros que naturaleza le hizo", narra García de Palacio acerca de los temibles caimanes - "que propiamente son los cocodrilos"-, presentes en los esteros de la costa de Ahuachapán.
"Lo veo raro... pero está interesante", dijo el biólogo salvadoreño Ricardo Ibarra al conocer el grabado. Después de identificar las especies allí retratadas y su estado actual (ver recuadro), aunque con un evidente filtro europeo y mitológico, reflexionó que la importancia de la imagen de De Bry y del texto de García de Palacio radica en que "hablan de la fauna original del país, que era más grande y diversa de lo que tenemos en la actualidad pero que fue desapareciendo al ser desplazada por la agricultura" y la expansión urbana. "Es valioso -el dibujo- porque es de lo que menos se conoce en el país", subrayó.
Éste podría ser el punto de partida para realizar investigaciones con biólogos, historiadores, antropólogos y arqueólogos acerca del patrimonio natural precolombino, apuntó.
Descripción del grabado
El grabado de De Bry muestra parte de la fauna y flora nativa de El Salvador. 6) Felinos: Los dibujó como guepardos. Nuestro jaguar se extinguió en los años 50.4) Indígenas desnudos: El ideario del "buen salvaje" armónico con el ambiente.10) Oso hormiguero: Es conocido también como oso colmenero. Está en peligro.7) Cocodrilos: Especie propia de aguas salobres está en peligro de extinción.11) Masacuatas: Es la más grande del país. Vive en ambientes húmedos. 5) Unicornio: No existen pero en el contexto mágico de De Bry, lo vio posible.1) Rancho: Representación errónea de las casas de los indígenas del occidente.3) Río: Podría ser el retrato del río Lempa, el Michatoya o incluso el Paz.14) Alacrán: Hay de diversos tamaños y pueden ser muy venenosos. 12) Puma o cotuza: Es muy difícil identificar qué tipo de animal es por el dibujo.8) Iguanas: Es una especie nativa -comestible- que se encuentra amenazada. 13) Tacuacín: Pese a la cara, representa tacuacín corriente, nocturno.9) Cusucos: Amenazados por la depredación. Existe desde la prehistoria.2) Volcanes: A la europea. En 1576 hizo erupción el Volcán de Santa Ana.

El Salvador: Museos de guerra y paz



"No Matarás", del pintor salvadoreño
Antonio Bonilla (1981)

Quince años después del fin de la guerra, los museos salvadoreños mantienen una visión "sectorial" del tránsito hacia la paz

CARMEN MOLINA TAMACASPublicado en El Diario de Hoy, Miércoles, 10 de Enero de 2007
El próximo aniversario de los Acuerdos de Paz motivó al Museo Nacional de Antropología "David J. Guzmán" (Muna) a hacer una exposición especial: el texto original que, firmado en México por el gobierno salvadoreño y la comandancia guerrillera, puso punto final a 12 años de guerra.
Pese a que la ocasión es idónea, la población no podrá apreciar este patrimonio. La iniciativa fue conjunta entre el Muna y el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero "nos quedamos con las ganas de hacer la exposición porque no se pudieron conseguir los documentos", explicó el director del museo, Gregorio Bello Suazo.
Los Acuerdos, dijo ayer una fuente de Cancillería, están en poder de Casa Presidencial; se prevé que su exhibición forme parte de las actividades que se realizarán en todo 2007, el Año de la Paz Social.
Los museos privados sí renovaron sus agendas. El ingreso al Museo de Arte será gratuito todo el 16 de enero; el museo de la Universidad Tecnológica inaugurará la muestra del fotoperiodista de guerra Iván Montecinos y el Museo de la Palabra y la Imagen presentará un libro de imágenes sobre Morazán (ver página 121).
Visiones parciales
La inexistencia de un Museo Nacional de Historia propicia que otras entidades, oficiales o privadas, muestren su versión particular de la guerra y su desenlace. Esto, no en alusión peyorativa, según historiadores y antropólogos consultados al respecto.
En el Muna, por ejemplo, la única referencia a la guerra la constituye un par de botas, un fusil inutilizado y la foto de un poblado rural marcado por los combates y la migración de sus habitantes.
"El museo es una institución que promueve la paz de manera permanente", dice Bello Suazo, aunque reconoce la necesidad de un espacio que explique el conflicto. Eso, dijo, vendrá más adelante, al remodelar el Muna.
El Museo de Historia Militar, de San Jacinto, data de 2002 y es el único que expone una copia de los Acuerdos de Paz, acompañada de una foto del presidente Alfredo Cristiani estampando su rúbrica. Para el director de la entidad, coronel Edgar Calvo, lo anterior, más el armamento incautado a la guerrilla y el testimonio gráfico de la desmovilización de los Batallones de Reacción Inmediata y los cuerpos de seguridad, evocan la transición de la guerra a la paz.
Su contraparte es el Museo de la Revolución de Perquín, Morazán, creado en 1993 y administrado por ex combatientes. "Se mantiene de las entradas. Es apolítico y no responde a ninguna corriente específica", explicó 'Felipe', uno de los encargados.
No obstante, la sigla END (Ejército Nacional Democrático) en el piso de sus salas, explica por qué gran parte de los objetos y fotografías en exhibición muestran una de las múltiples visiones de la ex guerrilla: la del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
El Museo de la Palabra y la Imagen, fundado por quien fuera la voz oficial de la clandestina Radio Venceremos, Carlos Henríquez Consalvi, se identifica con las personas y de las zonas afectadas durante la guerra y busca la preservación de la memoria histórica.
¿Museos islas?
El historiador Pedro Escalante Arce cree que es muy temprano, todavía, para hablar de una "historia de la guerra", ya que para muchas personas implica cicatrices o, peor aún, heridas abiertas.
"Debería tratarse ya de hacerlo", sostuvo, respecto a una investigación seria y responsable sobre las causas y consecuencias de la guerra y, la impostergable creación del Museo Nacional de Historia.
El antropólogo y director del museo de la Universidad Tecnológica, Ramón Rivas, abonó a la preocupación. "El tema es muy reciente, escabroso y doloroso y la academia, es decir las ciencias históricas, antropológicas y políticas no han profundizado al respecto".
Citó el ejemplo de países europeos como Alemania e Italia, cuyos museos y reflexiones académicas sobre las catástrofes bélicas surgieron a finales de los años 60, es decir, casi 30 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Raymundo Calderón, catedrático de Etnología, sostuvo que los museos se quedan cortos en cuanto a la proyección social y educación de la población.
"Ese es su deber ser, asumir funciones educativas y científicas encaminadas al rescate de la memoria histórica", apuntó.
El rol del arte
La que ha sido por tres años la exposición permanente del Museo de Arte, Puntos cardinales, incluye pocas pinturas que se remontan a la guerra. Para el director de la entidad, Roberto Galicia, eso no implica un vacío, ya que desde que fue fundado, el Marte ha acogido referencias al tema: los pintores Carlos Cañas -especialmente su dramática serie Testimonios del 72- y Camilo Minero.
El pintor y muralista Mario Mata respeta los criterios aplicados por el Marte, pero no los comparte. Sería bueno, sugirió, incluir obra de otros artistas plásticos que dejaron su huella en los duros años de los 70 y 80.

Científicos descubren nuevas orquídeas en El Salvador

Esta Sarcoglottis cerina
fue elegida como la mejor
especie terrestre en 2007.
Foto: G. Salazar

NOVEDAD En la I Convención C.A. de Orquideología, en El Salvador, reconocidos expertos identificaron especies y géneros nuevos para la ciencia

CARMEN MOLINA TAMACASPublicado en El Diario de Hoy, Domingo, 20 de Mayo de 2007
En febrero de este año, la "fiesta de color", en la que los miembros de la Asociación de Salvadoreña de Orquideología (ASO) expusieron muestras de sus colecciones, dio agradables sorpresas para la ciencia.
La Primera Convención Centroamericana de Orquideología en nuestro país tuvo varios visitantes de lujo: científicos de renombre internacional que han influido de manera determinante en las investigaciones que se realizan en este campo y en esta región. Y fueron ellos quienes detectaron importantes novedades entre los ejemplares que cultivan los aficionados a estas plantas. Hasta el momento son por lo menos ocho nuevos reportes, algunos para el país y otros para el mundo.
Entre los expertos que admiraron las colecciones locales figuraron Robert L. Dressler, considerado como el "padre" de la orquideología moderna en todo el mundo, cuyos estudios han servido de guía para otros expertos. Asimismo Gerardo Salazar, jefe del Herbario Nacional de México -uno de los más destacados de la región- y Michael y Margareth Dix, residentes en Guatemala y que han dedicado mucho tiempo al estudio de las orquídeas.
El equipo fue complementado por el botánico salvadoreño José Linares, quien labora en la Escuela Panamericana de Agronomía "Zamorano", de Honduras. Él explicó que las identificaciones de las nuevas orquídeas se realizaron tanto en la exposición de ejemplares como en expediciones en zonas propicias para su reproducción, como El Pital, en Chalatenango, y Montecristo, en Santa Ana.
El primer grupo hizo el descubrimiento durante el show de orquídeas en la Feria Internacional, de "varias cosas que por mucho tiempo habían pasado desapercibidas por sus propietarios, entre ellas una especie del género Oncidium (llamados popularmente en El Salvador chorizo con huevo)", explicó Linares.
Añadió que también detectaron algunas especies terrestres muy pequeñas, razón que lleva a confundirlas con otras. Tal es el caso de la Sarcoglottis assurgens y Sarcoglottis smithii. "Estas plantas eran propiedad de doña Carmencita Batlle de Hernández, entusiasta cultivadora de orquídeas raras y mimbro destacado de la ASO", destacó.
Posteriormente, en El Pital, los expertos colectaron muestras de una especie nueva para la ciencia del género Epidendrum.
El ámbito científico más que descubrir lo que importa es estudiar y publicar en revistas técnicas de renombre el análisis y las discusiones sobre los hallazgos. Salazar y Linares se encuentran en esta etapa.
"Todavía no se ha decidido qué nombre ponerle a esta plantas", añadió.
Colectar las muestras implica tomar partes de las orquídeas, como las flores, los frutos o ambos. El botánico indicó que dadas las condiciones climáticas de esta región montañosa, es sumamente difícil cultivarlas en San Salvador. Los especímenes son secados y estudiados; una vez que ha finalizado este proceso serán depositdos en el Herbario del Museo de Historia Natural (Muhnes).
Linares explicó que Salazar, en su calidad de experto, fue quien dictaminó que eran nuevos registros o especies nuevas para la ciencia. "En México existen herbarios y bibliotecas que cuentan con una gran cantidad de libros y muestras para comparación, así que es más fácil para ellos determinar si una especie es nueva para la ciencia, es un registro nuevo para un país o región, o simplemente si están bien identificadas. Además, tienen más profesionales dedicados a este trabajo", declaró.
"Ya estamos trabajando en la publicación de los resultados, lo cual a veces es un proceso engorroso pues pasa por varias revisiones de expertos en el tema, redacción y estilo, por lo que eperamos que sean publicados en un plazo de un año a un año y medio. La publicación se hará por medio de artículo científico, probablemente en la revista Mexicana de Biodiversidad", apuntó.
Emoción y orgullo
Linares indicó que encontraron dos plantas que nunca habían sido colectadas en El Salvador: una pequeña hierba terrestre del género Schiedeella y otra Epidendrum, el Epidendrum centradenia. Al visitar el Museo de Historia Natural se pudo corroborar la existencia, entre sus muestras, de otra especie nueva para la ciencia, esta vez del género Bletia, colectado por el biólogo de esa institución Gabriel Cerén, sostuvo.
En Montecristo lograron corroborar la existencia de un género nuevo para el país, denomiando Hexalectris, que sólo había sido colectado en México y Guatemala.
La señora Battle de Hernández ingresó a la Asociación Salvadoreña de Orquideología -de la que ahora es secretaria- en 1993 y dice que hace lo posible por crear un hábitat lo más parecido posible a la naturaleza.
Recordó que durante la convención, las conferencias impartidas fueron de extraordinario interés y la expedición para colectar muestras dio como resultado estos nuevos descubrimientos.
"El resultado de sus trabjos y hallazgos será publicado en conocidas revistas científicas. Como ve fue un evento de gran importancia par la Asociación", apuntó.

Tras el mito del "gatonejo"


La genética explica por qué los gatos y los conejos no pueden cruzarse


CARMEN MOLINA TAMACASPublicado en El Diario de Hoy, Lunes, 13 de Agosto de 2007
Catalina es todo un personaje en la playa El Tunco, del departamento de La Libertad. Usualmente deambula calmadamente entre los comensales de un conocido restaurante, dormita al sol, arrullada por las olas.
Pero si se enoja, como ha sido el caso cuando algún perro de la zona se le acerca, puede llegar a saltar enfurecida y propinar buenos arañazos.
No obstante, su fama se extiende más allá de carácter. Mucha gente llega preguntando por ella, es decir por "la gatoneja".
A simple vista, Catalina es una gata diferente al resto. No tiene cola y las patas de atrás son más largas que las de adelante, razón por la que es menos ágil para caminar. Pero, en definitiva, no es la hija de una coneja y un gato, como aseguran los lugareños y la voz popular.
VIAJE DE ULTRAMAR
"¡El 'gatonejo' no existe!", exclama el biólogo salvadoreño Ricardo Ibarra.
Si bien en la campiña salvadoreña han ocurrido varios casos de "gatonejos" en las décadas recientes, se trata de especímenes que de una u otra manera son descendientes de algún gato que llegó hasta aquí -de alguna manera- desde la Isla de Man, ubicada en el mar de Irlanda entre Inglaterra, Escocia y Gales.
Según especialistas irlandeses, junto con el Cymric, los gatos de Man -o gatos Manx- son de la única raza felina que carece de cola, lo que plantea desventajas para su equilibrio.
"Este rasgo es controlado por un solo gen: cuando ambos alelos son dominantes nace un gato con cola; si se presenta uno recesivo, nace un gato Manx; de ser ambos recesivos, el feto no completa su desarrollo", explica en el apartado "Gato Manx" de Wikipedia.org.
Un gato nunca podría fecundar a una coneja ya que se trata de dos órdenes diferentes, dice Ibarra. Para comenzar, los felinos son carnívoros y los conejos son herbívoros. "Su comportamiento reproductivo desde el celo, el apareamiento y la gestación son muy diferentes", apuntó.
Ha habido registros, dijo, incluso en El Salvador, de hibridación entre especies genética y evolutivamente muy similares, como los colibríes y las chiltotas.
Si bien el "gatonejo" es un mito popular, Catalina seguirá haciéndose de fama... y luego se echará a dormir.

Museo de la Palabra y la Imagen reedita libros sobre memoria histórica de El Salvador




Comunicado de prensa:

“La Terquedad del Izote” y “Luciérnagas en El Mozote”, emblemáticas obras sobre la memoria histórica de El Salvador, luego de meses de estar agotados, han sido reeditados por  el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), encontrándose ya a disposición del público interesado.

“La Terquedad del Izote” de Carlos Henríquez Consalvi “Santiago”, es el diario de quien fuera fundador y voz de Radio Venceremos durante el conflicto armado. Esta es la séptima edición, siendo la primera publicada en México por Editorial Diana,   en 1992.  

Mientras que “Luciérnagas en El Mozote”, relata los sucesos ocurridos durante la masacre de mil personas en ese lugar del departamento de Morazán en diciembre de 1981. Este libro presenta el testimonio de Rufina Amaya entrevistada por Thomas Long, cuenta con detalle su experiencia como sobreviviente de esos hechos. También contiene la traducción de la investigación “The Truth of El Mozote” del periodista Mark Danner, y fotografías de Susan Meiselas. Y finalmente se inserta el testimonio de Carlos Henríquez Consalvi, quien realizó entrevistas y fotografías en el lugar de los hechos en diciembre del 81.  “Luciérnagas en El Mozote”   publicado por vez primera en 1996, hoy llega a su décima edición, convertido en material de lectura en muchos centros escolares de El Salvador.

San Salvador, 25 de julio de 2012

lunes, 23 de julio de 2012

El genoma de la cepa salvadoreña de Helicobacter pylori ELS37


Autora: Maria Teresita Bertoli  de Masferrer

Recientemente Investigadores de la Universidad Dr. José Matías Delgado (UJMD) y Washington University en Saint Louis, Missouri (WUSTL)  hemos  determinado la secuencia completa del genoma de la bacteria patógena gástrica Helicobacter pylori que infectaba un paciente salvadoreño de cáncer gástrico procedente del departamento de Ahuachapán (ELS37). Este es constituye el primer genoma secuenciado de esta bacteria en Centroamérica, y el primer genoma secuenciado de un organismo vivo en El  Salvador y posiciona al país como el tercero en Latinoamérica en tener un privilegio que hasta la fecha solo habían tenido Perú y Venezuela.

Las piezas que conforman el genoma,  se generaron  por una  nueva y poderosa tecnología, que se conoce como pirosecuenciación  o “454”. La compañía MOGene, que se especializa en la secuenciación fue la contratada en esta oportunidad  para la ejecución de esta etapa del proyecto. Posteriormente estas piezas  se ensamblaron  una a una, de la misma forma que se arma un rompecabezas.  Con la ayuda de programas de computación especializados como Geneious, cuya licencia fue donada por la compañía Biomatters de Nueva Zelanda. Los espacios entre las piezas del rompecabezas,  que son conocidos técnicamente como "gaps"  fueron  completados  en el laboratorio del Dr. Berg, de la forma  misma forma mediante la cual se secuenciaban los genomas en el pasado y que  es conocida como secuenciación de “Sanger”. Este paso permitió completar el 100 % de la secuencia del genoma.
 
Las secuencias ahora ordenadas en un genoma de  aproximadamente 1.7 millones de bases, de forma circular han sido depositadas en una base de datos pública, en la Biblioteca de Nacional de Medicina y el Centro Nacional de Biotecnología  de los Estados Unidos (NLM y NCBI) con la idea de que su disponibilidad contribuya a los esfuerzos realizados en diversas partes del mundo encaminados a entender y combatir las enfermedades infecciosas y también el cáncer gástrico, una de las consecuencias de esta infección y mejorar la Salud pública en  El Salvador, América Latina y el mundo.

Este logro es el resultado de investigaciones colaborativas que ya llevan más de diez años entre investigadores de los Estados Unidos y El Salvador en las Escuelas de Medicina  de WUSTL y la UJMD (y la colaboración de médicos del servicio de gastroenterología del Hospital Nacional Rosales (HNSR).  Los investigadores de WUSTL, cuya ayuda ha sido invaluable en la obtención de este logro,  son el Profesor Douglas E. Berg y la Dra. Dangeruta Kersulyte,  el principal colaborador en el  HNSR ha sido el Dr. Mario Alberto Pascacio y en la UJMD la Licda. María Teresita Bertoli de Masferrer, Investigadora y primera autora del proyecto.

Esta bacteria fue descubierta hace apenas 30 años y desde este momento ha sido el foco de atención en materia de investigación de cientos de grupos de investigación en el mundo. Su descubrimiento  por  Barry Marshall y Robin Warren en  Perth Western, en  Australia,  los hizo acreedores  del prestigioso  “Premio Nobel  en Fisiología o Medicina" en el  año 2005. Este microbio, que se conoce ahora, que coloniza el estómago y el duodeno (la parte del intestino mas cercana al estómago) de una gran parte de la población salvadoreña y de más de la mitad de la población mundial es muy importante desde el punto de vista médico. La bacteria es  responsable de la mayor parte de las úlceras gástricas y del cáncer de estómago (uno de los tipos de cáncer más frecuentes y  letales en El Salvador y en la población mundial), de las ulceras duodenales, y de la anemia por deficiencia de hierro e incrementa la susceptibilidad a otros  microbios patógenos causantes de diarrea, incluyendo a la bacteria causante del cólera. A pesar de su rol importante en estas patologías, muchas infecciones son benignas y en algunos casos hasta se ha argumentado que es beneficiosa aunque esta última opinión se mantiene aún de forma controversial.
Barry Marshall y Robin Warren descubrieron la bacteria hace 30 años.


Esta especie bacteriana es genéticamente muy variable. En pocas palabras esto significa que las bacterias que se asilan del estómago  de personas que no conviven juntas son distinguibles una de otras por secuenciación de uno o pocos genes o por estudios de huella genética. Esta enorme diversidad   contrasta con gran uniformidad de otras bacterias como por ejemplo Vibrio cholerae que anualmente causa cientos de muertes por Cólera en el mundo y que ha aparecido nuevamente en la región después del terremoto de Haití.

La infección típicamente comienza en edades tempranas durante la niñez y puede durar toda la vida  si no se recibe un tratamiento. Desafortunadamente, el tratamiento es complicado  en  nuestro medio por el fenómeno de resistencia a  uno de los mejores antibióticos que es el metronidazol, lo cual es común en las bacterias salvadoreñas, o por el elevado costo de los otros  componentes de dicho tratamiento.  Adicionalmente condiciones como la pobre calidad del agua de consumo humano o los malos  hábitos de higiénicos tiene como consecuencia que las personas tratadas se re infecten  con nuevas cepas

El análisis de genomas completos de cepas de distintas regiones del mundo y asociadas  a distintas patologías permitirá a la comunidad científica el diseño de nuevos experimentos encaminados a discernir los mecanismos que conllevan  en los seres humanos al desarrollo o no de patologías, así como al desarrollo de nuevos procedimientos diagnósticos y tratamientos más efectivos. El genoma de H.pylori  HP ELS37  es particularmente importante por tratarse de una cepa aislada de un paciente con cáncer gástrico, una patología crónica con tasas de incidencia muy elevadas en la región centroamericana.  


 Adicionalmente desde la perspectiva antropológica es potencialmente interesante ya que las variaciones genéticas de esta bacteria en distintas poblaciones, han sido utilizadas para obtener nuevas evidencias de la evolución de los seres humanos y los movimientos migratorios  a lo largo de la historia de la humanidad.  Una inspección preliminar del genoma de la cepa salvadoreña sugiere la presencia de genes de origen africano, amerindio y europeo. 

La terminación de la secuenciación de este genoma de Helicobacter pylori  es un tributo al poder de la colaboración científica internacional promovida en igualdad por Washington University en San Luis, MO y la  UJMD sin importar las diferencias de latitudes geográficas. Los costos de este proyecto pionero han sido apartados por los Institutos de Salud (NIH) de los Estados Unidos y la UJMD. Otras organizaciones  internacionales como la  Sociedad Americana para la Microbiología han hecho también aportes al mantenimiento de esta colaboración científica que ya cumplió su primera década.  

Por último el grupo de investigadores pretende continuar los esfuerzo necesarios para la realización de estudios colaborativos con el objetivo de descifrar una parte importante de la información contenida en este y otros genomas a fin de comprender esta infección bacteriana y sus consecuencias con el objetivo de mejorar la salud humana en El Salvador y a nivel mundial.

El Dr. Berg  y Ma. Teresita  Bertoli durante su vista al XIV Congreso de Medicina de la UJMD, con docentes del Departamento de Microbiología. Mayo 2011 


















miércoles, 18 de julio de 2012

Mis abuelos indios

Por Carmen Molina Tamacas


Durante las últimas semanas he asistido, por internet, a las magistrales conferencias impartidas por investigadores nacionales y extranjeros realizadas en el ciclo de ponencias de la Academia Salvadoreña de la Historia.

El título del importante ciclo de conferencias de la Academia es “Identidades compartidas. La herencia étnica y cultural en la historia de El Salvador”, y ha explorado desde la demografía en los primeros años de la colonia (Eugenia López Velásquez), las migraciones nahuas (Marlon Escamilla), la religiosidad popular (Antonio García Espada), los ritos religiosos y otros elementos de la herencia africana (Marielba Herrera y Wolfang Effenberger) y aún faltan por desarrollarse otros temas tan apasionantes como las migraciones árabes, chinas, israelíes, vascas y catalanas.
Los Tres Detectives del Espacio, santos populares en El Salvador.



Al escuchar los frutos de las investigaciones realizadas, reflexiono acerca de la tarea pendiente que existe en El Salvador en cuanto al análisis de la etnicidad. No debe de sorprendernos que a estas alturas haya gente que dude respecto a la existencia de pueblos indígenas o, peor aún, que la nieguen. Y más ahora con la explosión del turismo interno, localidades como Ataco son imán para artesanos de todas partes, pero las ventas de artesanías están llenas de productos guatemaltecos mimetizados… Tanto se habla de Ilobasco como el corazón alfarero nacional pero pocos saben que lo que compran es loza traída de Honduras, según descubrió una de mis inquietas exalumnas de las Escuelas de Jóvenes Talentos.


La etnicidad, como lo demuestran los destacados académicos que han presentados sus ponencias, no debe reducirse a algo “pasado” o “extinto”, sino a algo presente, tan presente en nuestra cotidianidad como el lenguaje, la comida y las costumbres, entre otras manifestaciones de nuestra cultura.


Que existan cultos religiosos de origen africano; que hace poquísimo tiempo los dos principales representantes y antagónicos políticos fueran de origen palestino, que las madres sigan poniendo ojos de venado y pulseras rojas a los recién nacidos y que los tamales y las tortillas sean parte de nuestra dieta básica, no es casualidad: nuestro país tiene una riqueza multiétnica que ha pasado inadvertida quizás a propósito, bajo el velo mítico del mestizaje.


De ese cúmulo de conocimientos que re-des-velan los investigadores, a nuestra disposición por medios electrónicos (YouTube), conversaba con mi amiga y colega Marielba Herrera –actualmente enfocada en investigar la herencia africana- sobre las implicaciones del Censo Nacional de Población de 2007, que por primera vez incluyó una pregunta sobre el origen étnico de los hogares salvadoreños.
Antropóloga Marielba Herrera.



Ese censo proporcionó datos sobre las poblaciones indígenas y seguramente eso incidió en algunas de las tímidas políticas gubernamentales instauradas posteriormente a favor de éstas, aunque la muestra de respeto y el reconocimiento de la “existencia” no implicó satisfacer su reclamo histórico por la tenencia de la tierra. Como lo expuso el investigador Effenberger , el censo proporcionó cifras de población ACTUAL de origen africano, pero ¿alguien los ha tomado en cuenta? ¿Y qué decir de las otras poblaciones étnicas como árabes, judíos, alemanes, chinos, catalanes que hay en el país?


Respecto a esta herencia africana que apenas comenzamos a vislumbrar, merece la pena destacar los resultados de la investigación sobre la peligrosa bacteria gástrica Helicobacter pylori, realizado por investigadores salvadoreños de la Universidad “Dr. José Matías Delgado” y colegas de la Washington University de St. Luis Misuri, Estados Unidos.


La microbióloga salvadoreña María Teresita Bertoli encabeza el equipo que logró establecer la secuencia completa del genoma de esta bacteria patógena gástrica, la cual estaría presente en gran parte de la población salvadoreña y en la mitad del mundo y sería responsable de úlceras gástricas y duodenales, cáncer de estómago y anemia.


El estudio realizó comparaciones sobre la fuerza de la bacteria en pacientes tanto en El Salvador como en Costa Rica. La bacteria fue localizada en un paciente originario de Ahuachapán.


“Desde la perspectiva antropológica es potencialmente interesante ya que las variaciones genéticas de esta bacteria en distintas poblaciones, han sido utilizadas para obtener nuevas evidencias de la evolución de los seres humanos y los movimientos migratorios  a lo largo de la historia de la humanidad.  Una inspección preliminar del genoma de la cepa salvadoreña sugiere la presencia de genes de origen africano, amerindio y europeo”, indica en un artículo inédito.


Este tipo de trabajos no sólo nos confirma la mezcla que somos, aquellos “turbios hilos de la sangre” de los que habló Francisco Andrés Escobar.   


Mientras Marielba y Wolfang nos trabajan para revelarnos las manifestaciones religiosas africanas en el oriente del país, María Teresita quiere aportar sus conocimientos para entender y combatir las enfermedades infecciosas y el cáncer gástrico.


“El análisis de genomas completos de cepas de distintas regiones del mundo y asociadas  a distintas patologías permitirá a la comunidad científica el diseño de nuevos experimentos encaminados a discernir los mecanismos que conllevan  en los seres humanos al desarrollo o no de patologías, así como al desarrollo de nuevos procedimientos diagnósticos y tratamientos más efectivos”. Los esfuerzos van encaminados, nada más y nada menos, a mejorar la salud en El Salvador… y en el mundo.


Todas esas inquietudes me asaltan no solo en el intelecto, sino en lo cotidiano, ya que estoy viviendo dos intensas experiencias con la etnicidad.


Vivo en una zona de Brooklyn (Nueva York) donde lo “distinto” es la regla: un área de fundación judía, con una gran tradición constructiva y comercial italiana, ahora convertida en el “tercer Chinatown” y uno de los principales destinos de la diáspora rusa (russian-speaking jewish) que tiene, además, una creciente población guatemalteca originaria de aldeas quichés del altiplano y una fuerza laboral mexicana importante. Eso para “resumirlo” de alguna forma, constituye una experiencia multicultural intensa e inquietante.


¿Cómo vino toda esta gente? ¿cómo es la experiencia post soviética en Estados Unidos? ¿por qué los chinos se afanan recolectando cada lata y cada botella para no perder fracciones de centavos en las máquinas del reciclaje? ¿cómo es la intimidad de los hogares judíos ortodoxos, sunitas o chiítas ubicados en mi mismo vecindario?


Hasta aquí no he hablado nada de “Mis abuelos indios”, o el pretexto para escribir este texto. Y es porque de eso se trata la segunda e intensa experiencia étnica que de mi vida: la construcción de mi árbol genealógico.


Todo comenzó hace 5 años, en la materia de Parentesco y Estructura Social que impartía Lorena Cuerno a los estudiantes que estábamos próximos a egresar de Antropología de la Universidad Tecnológica. Y fue fácil debido a la cercanía con mis familias materna y paterna. Pero apenas abarqué unas cuatro generaciones. Con el nacimiento de mi hija sentí que debía ampliar la búsqueda hacia su familia paterna y saber más de la mía.


Como cualquier “investigador”, fui esa presencia incómoda, haciendo demasiadas preguntas, y, lo peor, haciendo anotaciones; suplicando por la apertura de gavetas, baúles, álbumes. Con la pena de interrogar a mis mayores obteniendo en el peor de los casos un “ya no me acuerdo”.
El origen étnico estaba presente en las partidad de nacimiento en El Salvador en 1910.



Una certificación de la partida de nacimiento de mi bisabuela paterna, extendida en San Bartolomé Perulapía, Cuscatlán, en 1914, fue toda una revelación para mí: la Mamá Mariana, nacida en 1888, era “india”. Y esta semana, buceando en los archivos compilados por FamilySearch.org –la organización genealógica de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días- encontré el registro del hijo de ella, mi abuelo nacido en 1910, otro “indígena”. El registro de nacimiento en 1925 de mi abuela materna, originaria de Suchitoto, Cuscatlán, dice que ella es “ladina”. Y paremos de contar, porque del resto de la parentela no hay más registros alusivos a su origen étnico. Recuerdo que en las Cédulas de Identidad Personal de alguna generación anterior a la mía, todavía aparecía esa categorización, y la más usada: “mestizo”.



¿Cuál era el criterio para asignar una categoría étnica a un recién nacido en esa época? ¿quedaba a discreción del secretario de la municipalidad por simple apreciación? ¿por qué en algunas alcaldías se hacía y en otras no? ¿por qué dejó de usarse? ¿debería seguir siendo usada?


Mis abuelos indios, como los ancestros de muchos salvadoreños, quedaron invisibilizados por el afán homogenizador heredado del etnocidio de 1932, de que aquí todos somos iguales para que nadie se sienta con derecho a pedir cosas que no están en la Constitución (y vaya que nuestra Constitución no está pasando por sus mejores días).


Me duele como siempre  en las conversaciones, comentarios y las redes sociales los insultos y las burlas siempre –siempre- tienen un enfoque étnico y discriminador: el indio, el negro, el cholero, el feo, el grencho, el culero, la marimacha… ¿por qué somos así? ¿la burla y el desprecio serán parte de nuestra identidad?
Hallar el nombre de una tatarabuela perdida en archivos de mediados del siglo XIX –que ya no existen porque la alcaldía de la localidad fue incendiada durante la guerra- de quien casi nadie tenía referencias sino lejanos recuerdos y suposiciones, y los nombres de sus padres, no tiene precio. Pero lejos de saciar mi apetito de información, me abrió más interrogantes. Quizás toda esa información no es útil para nadie más que para mí; pero en honor a la herencia que todos esos abuelitos me transmitieron, seguiré buscándolos… acaso para saber quién soy y de dónde vengo.

viernes, 13 de julio de 2012

Archivo General de la Nación de El Salvador en riesgo




Boletín para difusión inmediata:

CARTA ABIERTA A  LA OPINIÓN PÚBLICA SALVADOREÑA

Una amenaza pende sobre el Archivo General de la Nación (AGN):  la Señora
Secretaria de Cultura ha dado orden irrevocable de desocupar la mitad del espacio en
que funciona el AGN,  en la primera planta del Palacio Nacional,  sin destinarle otro
espacio para continuar funcionando, con lo cual pone en grave peligro el patrimonio
cultural albergado en el AGN y el edificio del Palacio Nacional.

La actual Secretaria de Cultura, Magdalena de Granadino, tiene entre sus proyectos
uno que implica reavivar la ciudad de San Salvador culturalmente hablando, llamado
“Viva el Centro”. Este proyecto tiene dos grandes problemas: el primero, que quiere
inaugurarlo en la primera semana de agosto, en el marco de las fiestas agostinas, o
sea en menos de un mes; y el segundo, que quiere hacerlo en un espacio desde hace
más de 40 años ocupado por el Archivo General de la Nación, que dicho sea de paso,
es también una instancia de la Secretaría de Cultura, bajo la Dirección Nacional de
Investigaciones en Cultura y Arte (DNI).

Por la premura con que se quiere inaugurar el proyecto, al AGN no se le han
solicitado informes técnicos sobre la factibilidad de la reducción de los espacios
ocupados por el archivo. Tampoco sabemos si la Dirección de Patrimonio Cultural ha
planteado que se trata de una edificación declarada Patrimonio Cultural del país, y
que por tanto su uso se rige bajo ciertas normas.

Sin diálogo previo y sin ninguna advertencia, la dirección del AGN recibió la primera
semana de julio la orden de desalojar el 50% del espacio que ocupa y de reducir su
funcionamiento a la otra mitad de la primera planta del Palacio Nacional.
Cumplir dicha orden significaría acumular la documentación histórica del país en
espacios no adecuados, y  con ello  poner en riesgo el patrimonio documental
salvadoreño, contraviniendo la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural; y la
salud de los empleados y las empleadas, ya que trabajar dentro de los depósitos
documentales  saturados o en sótanos implica estar en condiciones de poca
luminosidad y en espacios de limitada circulación del aire, con ello se estaría violando el reglamento de relaciones laborales del órgano Ejecutivo, inciso cuatro, que, sobre
las condiciones de trabajo, señala que debe evitarse el sobreesfuerzo y hacinamiento.

También implicaría deshacer el trabajo de catalogación que se viene realizando desde
2011 y cerrar o limitar el servicio al público, con lo que  se  obstaculizaría la
investigación histórica de El Salvador indefinidamente. Esta situación pondría al
AGN en condiciones de incumplimiento a la Ley de Acceso a la Información, que
obliga, en su Capítulo IV, a todas las instituciones púbicas a mantener los archivos
organizados y a garantizar el acceso de la ciudadanía a la documentación.

Finalmente, el Archivo General de la Nación no podría seguir siendo el depositario de
la documentación histórica que transfieren regularmente las demás instancias del
Estado, ¿a dónde irá a parar esa valiosa documentación?, ¿quién se encargará de
conservarla, organizarla y catalogarla?, ¿de qué manera el público, profesional de las
Ciencias Sociales, podrá consultarla para explicar la historia de nuestro país?

Los empleados y empleadas del AGN hacemos un llamado a los profesionales de la
historia y de las Ciencias Sociales, a las Universidades, así como a la ciudadanía en
general a defender el funcionamiento del Archivo General de la Nación y a exigir que
se garantice la preservación de una joya arquitectónica de principios de siglo XX como
es el Palacio Nacional.