sábado, 15 de marzo de 2014

"¿Por qué no hay población negra en El Salvador?"

Esa es una de las preguntas más frecuentes que me hacen, o que la gente hace, cuando surgen pláticas acerca de la "raza", como todavía llaman muchos a la diversidad étnica en el mundo.

Encontré en este blog un comentario al respecto, un lector me pidió que por favor escribiera sobre ese tema; le respondí que es un mito: los censos de población más reciente indican que hay una población cansada de ser invisible y reclama su lugar en la historia.

De la mano de académicos e investigadores, esos datos están saliendo a la luz paulatinamente.

El trabajo pionero en rescatar la impronta afrodescendiente en El Salvador se titula "La herencia africana en la identidad histórica salvadoreña", de Pedro Escalante Arce (1997). Le sigue la tesis para optar al grado de Licenciado en Historia de la Universidad Tecnológica de El Salvador de Carlos Loucel Lucha que se titula "Inserción social de negros y mulatos en las alcaldías mayores de San Salvador y Sonsonate durante el período colonial 1524-1821".

Loucel, quien destaca además como el primer historiador graduado en El Salvador, ha realizado otras investigaciones: "Negros y mulatos de San Geronymo Nejapa en el siglo XVIII" (un acercamiento desde lo local en la época colonial); aquí puede leerse también su ponencia "La presencia de los negros y mulatos en El Salvador colonial" para el segundo encuentro de Historia en la Universidad de El Salvador (2007).

Aquí una entrevista publicada en El Faro y aquí el video "Afrosalvadoreños, identidad negada" de La Prensa Gráfica:



Actualmente, el investigador trabaja en su tesis de maestría, la cual ha titulado "Clasificación de la población de Santiago Apóstol Apastepeque 1750-1824"; "en ella hago demografía histórica y trato de reconstruir las familias de los mulatos, españoles e indígenas", dijo al ser consultado para este post.

Como publicó en un artículo el antropólogo Ramón Rivas, El Salvador todavía tiene "una “oportunidad histórica” para enmendar el pasado, particularmente en lo relacionado con la eliminación de la discriminación racial que, para utilizar la terminología del antropólogo Mac Chapin, referente a la población indígena de El Salvador,  “invisibilizó” a muchos pueblos y yo digo también, eliminó a otros. 

El censo de población de 2007 "enumeró un total de 7.441 salvadoreños identificados como “negros de raza”. Dicho conteo muestra la existencia de una comunidad afrosalvadoreña que se niega a desaparecer, a pesar de las décadas de negación de la que han sido objeto, como colectividad étnica, por parte del Estado salvadoreño. Si bien el proyecto de blanqueamiento mental, social y cultural se desarrolló con éxito, en muchos poblados del territorio salvadoreño, como San Alejo, la población reconoce desde un mundo subalterno la presencia de afrodescendientes, evidenciándolos en la tradición oral, la religiosidad y la mitología, la cual que sustenta el arribo y distribución geográfica de los afrodescendientes en la zona y sus alrededores. Esta presencia étnica esta generalmente asociada a agentes negativos y a una simbolización originada desde la época colonial, que se ha mantenido vigente en el imaginario social no solo de San Alejo, sino de muchos poblados del territorio salvadoreño". Lo anterior es el abstracto del trabajo titulado "Imaginarios y discursos de la herencia afrodescendiente en San Alejo, La Unión, El Salvador", de los investigadores José Erquicia, Marielba Herrera y  Wolfgang Effenberger López.

A esa investigación se suma "Elementos Afrodescendientes en la religiosidad popular. El caso de San Benito de Palermo en el Oriente de El Salvador". Al respecto, Erquicia y Herrera muestran que "la identidad y los elementos culturales de los afrodescendientes se mantienen vigentes en la actualidad en el país."


"La prohibición expresa por parte del Estado salvadoreño es la Ley de Migración de 1933, la cual dice que no pueden entrar a El Salvador negros, chinos, gitanos, malayos y los conocidos como turcos. Pero dentro de los discursos de los gobernantes y elites vinculados al poder, existe una gran cantidad de posturas racistas, como era casi una generalidad en los países latinoamericanos de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Sobre ese tema existen varios trabajos desde las ciencias sociales y las humanidades, en los cuales se puede profundizar más sobre la temática", indicó Erquicia.

Finalmente, el investigador Marvin Aguilar, elaboró el documental "Pieza de Indias", el cual da voz a los afrodescendientes: "Ellos son los grandes protagonistas de este filme, nosotros solo hemos intentado asomarnos a esa realidad para presentar la otra raíz del mestizaje salvadoreño: Africa.



viernes, 14 de marzo de 2014

"Nuevo lenguaje maya": Exabrupto artístico fuera de lugar en sitio arqueológico Patrimonio de la Humanidad

Título original: Joya de Cerén soporta un exabrupto artístico fuera de lugar
Por Ramón Rivas
Promover un cuento literario —si es que en este caso se puede hablar de literatura— no es malo; tampoco lo es promover determinados estilo de artes plásticas, sobre todo si se trata de gente joven que quiere proyectarse con su quehacer artístico. Sí es objetable que el sitio arqueológico Joya de Cerén, reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1993, y único sitio con ese elevado estatus en nuestro país, haya sido puesto en la mira por la artista Frida Larios y las autoridades de la Secretaría de Cultura de la Presidencia (SEC) para plasmar y lanzar al mundo lo que, en su ignorancia cultural, ellas creen que es lo correcto. ¿O será que se trata de alguna broma de mal gusto? Este importante y único sitio arqueológico, que hasta se puede llamar universal, por sus características atípicas, ha sido utilizado como soporte para plasmar las creaciones de la diseñadora gráfica arriba mencionada; y que sin tapujos, y como si fuera una verdad sustentada por investigaciones, dijo que persigue “formar nuevos conceptos y significados que tengan una mayor relevancia en nuestra vida contemporánea” (sic). Imagínese usted. La pregunta es: ¿Y en qué estudio se basa ella para tal afirmación? Con el patrimonio no se juega ni tampoco se debe prestar para plasmar ‘conceptos y significados’ que solo son imaginaciones particulares. Y es que Larios ha hecho una iconografía “glífica”, es decir, ha trazado glifos inventados; y esto, desde todo punto de vista, genera un “registro” falso. Lo grave del caso es, también, que en la entrada del museo hay una cédula introductoria de su propuesta en donde el visitante se encuentra, de sopetón, con glifos ficticios; glifos de erupciones volcánicas… Y es más, hasta de arqueólogos trabajando, con lo que, naturalmente, para un visitante serio y conocedor, no instruye sino que solo hace el ridículo. Considero que esto es imperdonable, ya que no podemos ir contra los resultados científicos, precisamente en ese lugar tan trascendental; que han sido y son proyectos de muchos años de investigación arqueológica y de ciencias afines los que lo descubrieron y preservado. Para mí, como antropólogo, es inaceptable que una diseñadora gráfica —y con todo el respeto que se merecen ella y sus diseños— venga a tratar de impresionarnos a los científicos nacionales y extranjeros, que por muchos años han investigado el lugar, con ese tipo de cosas disque modernas. Que muy bien haya calado su idea en las actuales autoridades de la SEC, para mí, no es de extrañar, pues al paso que va esta administración, y con las perniciosas decisiones que ha tomado, sus irresponsables son capaces hasta de lo impensable. No comprendo la actitud del Dr. Peyson Sheets. A lo mejor es parte de su diplomacia, para no entrar en contradicción con las actuales autoridades de la SEC. Este científico investigador —referente del lugar— afirma acerca de un tal libro para niños, que también se presentó en el sitio y cuya autoría es de la diseñadora gráfica Larios, que “es importante que los niños y los adultos de El Salvador lean este libro para que conozcan cuál es el patrimonio profundo e histórico” (sic). ¿Será que el Dr. Sheets ha participado en escribir este libro, para recomendarlo? Es más, él afirma que este nos hará comprender todo nuestro bagaje prehispánico cultural. Esto, a todas luces, es imposible. ¿Será que el Dr. Sheets quiere tomarnos el pelo? Debemos de tener mucho cuidado y seguir las recomendaciones de la Unesco en estos casos tan serios, ya que no se puede aceptar cualquier tipo de información antojadiza (dígase de una diseñadora gráfica inmersa en su mundo de fantasía y con deseos de promover su arte sin la asesoría indicada de los científicos en este campo). Y es que, con toda pompa, esta semana recién pasada, la SEC celebró el vigésimo aniversario del nombramiento de este imponente lugar por la instancia de las Naciones Unidas. Pero no acabo de entender esto. Y es vergonzoso que el director Nacional de Patrimonio Cultural, el Arq. Gustavo Milán, y su sequito de asesores, todos arquitectos, irresponsablemente y sin juicio profesional autorizará a la diseñadora gráfica para plasmar invenciones e “inspiraciones” personales en las paredes del museo de este sitio arqueológico, dando la impresión, ahora, de ser una agencia de viajes de una reconocida empresa de buses internacionales. Repregunto: ¿qué juicio han tenido las autoridades de la SEC para otorgar dicho permiso? Sabido es que, a finales de 2012 y principios del 2013, Milán y sus adláteres conformaron un comité científico para abordar este caso; todos eran arqueólogos de la misma SEC, que, sin lugar a dudas, no iban a llevarle la contraria a su jefe. Luego, dos arqueólogos externos fueron invitados al comité; pero estos, al escuchar la propuesta, no volvieron a asistir a las reuniones. ¿Se han reunido con los antropólogos o con los arqueólogos nacionales? Ahora se ha caído en un simplismo y en una mentira acerca del lugar, que si no se frena muy bien puede hacer retroceder años a la investigación seria lograda. ¿En qué país vivimos? ¿Qué estamos pensando en este sentido? Haga esto usted con sitios arqueológicos en Roma, Grecia, e incluso en el mismo México, y le aseguro que hasta lo pueden meter preso. Con el patrimonio de una nación no se juega, ni muchos menos se hacen cualquier tipo de invento o aseveraciones que no son ni siquiera seudocientíficas y que carecen de todo fundamento. Que quede claro que aquí no se está criticando el arte de la diseñadora; perdón, la artista. No estoy en contra de su obra; pero sí estoy en total desacuerdo con que se plasme un invento, un deseo y a lo mejor hasta un capricho en un sitio arqueológico que es patrimonio de la humanidad. Tampoco estoy de acuerdo con que su libro, “Aldea que fue sepultada por un volcán en erupción”, sirva de algún modo ahora para entender nuestra cultura ancestral. Aquí se pone sobre la mesa ese criterio; ese desconocimiento cultural. Es más, eso significa un atropello para la cultura y el patrimonio prehispánico de parte de las autoridades ministeriales de nuestro país. ¿Se habrá consultado al arqueólogo nacional gestor del sitio ante la Unesco o al director de arqueología encargado de los sitios arqueológicos del país? Parece que no. Imagínese usted qué pensarían nuestros antepasados, en esa parte maya si su escritura, que casi siempre era ceremonial, fuera trasformada y usada como decoración en un sitio en el que ellos vivían y conservaban según sus costumbres y creencias. Naturalmente, esto sería visto por ellos como una burla. Hasta lo hubieran defendido de alguna manera. Es inaceptable que dicha artista recomiende una interpretación propia y ofrezca directrices para comprender el lugar cuando estas no están cimentadas o sustentadas en una teoría científica respaldada por los especialistas. Y volvemos a caer en lo mismo: que en este país cualquiera llega y puede hacer lo que quiere. ¿Y la ciencia? ¡Está bien, gracias! Ahora solo falta que al payaso Merenguito se le antoje dar una función circense en este lugar, haciendo malabares con sus propios “glifos”, porque, según se ve, no tendría obstáculo alguno de parte de las autoridades de la SEC para presentar su número en medio de Joya de Cerén. Es indispensable que las autoridades de la SEC se informen de los requisitos para el resguardo de todos estos monumentos alrededor del mundo; por si alguna vez se permite ser intervenidos con otras interpretaciones; aunque estas parezcan juego de niños. Y si bien es cierto que las paredes del museo no son catalogadas como bien cultural, por el solo hecho de formar parte del complejo son incluidas en el sitio arqueológico; y esto lo debe de entender cualquier ciudadano, hasta el menos letrado… ¿En qué país vivimos?
*Director de Cultura. Universidad Tecnológica de El Salvador.
El artículo original fue publicado en el Diario Colatino.

Uso de drones para investigación científica en El Salvador


Enriqueta Ramírez
Directora de VIVAZUL El Salvador

Los drones son pequeñas aeronaves controladas desde tierra que combinan principios de aeronáutica y robótica, esto las vuelve capaces de sobrevolar extensas áreas y capturar imágenes desde distintas alturas y perspectivas. Actualmente se utilizan con fines variados, pero también se están convirtiendo en una herramienta muy valiosa que va a revolucionar las investigaciones científicas. El uso de los drones en la ciencia ya incluye en otros países el monitoreo de vida silvestre, documentación del varamiento de especies, registro de contaminación como derrames de petróleo, investigaciones polares, erupciones de volcanes y especialmente acontecimientos en el océano en donde ya han capturado maravillosos momentos como las relaciones entre ballenas y sus ballenatos.

En El Salvador, y porque no decirlo en la región, VIVAZUL ha tomado la iniciativa y ya ha comenzado a utilizar un drone modelo DJI Phantom para documentar muchas de sus actividades. Recientemente colaboramos con la investigación      “Mapeo y caracterización de pastos marinos en la Bahía de Jiquilisco, Usulután" que VIVAZUL realiza junto al Museo de Historia Natural y la Iniciativa Carey del Pacifico Oriental (ICAPO). El equipo que participa en esta investigación ya completó la fase de recolección de datos, y se encuentra preparando los resultados que incluirán información aportada por los sobrevuelos del DJI Phantom.  Las imágenes fueron tomadas con una cámara GoPro Hero 3  a bordo del drone, y afinan los hallazgos sobre la distribución de los pastos marinos en Jiquilisco gracias a que es posible volar más bajo que en una avioneta o helicóptero, pero a alturas suficientes para obtener tanto detalles como perspectivas amplias en alta resolución.

En un futuro se espera que sea cada vez sea más común a nivel global la incorporación de drones en misiones científicas porque son instrumentos más baratos que otras opciones para sobrevuelos, son más seguros pues no necesitan pilotos humanos a bordo, y son operados con tecnología más limpia como baterías recargables.

VIVAZUL mira con entusiasmo la infinidad de posibilidades con el uso de éste drone que aportará sin duda al conocimiento ecológico de El Salvador.


(La versión original de este artículo fue publicado aquí.)